19 noviembre 2014



Hace tanto…

Hechos, ideas… escalofríos que recorren la espalda haciéndonos sentir cada poro de la piel herida.
Mimos, suturas… ungüentos que salvan vidas como flotadores del alma.
Risas que se vuelven llantos, abrazos desconocidos que presentan al Ser humano, mientras hoy canto.
Sin reproches, sin dudas… sin miedos al dolor que nos impide avanzar en el camino de la vida. 
Dándolo todo, todo lo que uno puede en cada recodo. Ni más pero tampoco menos. 

Cuidando cada palabra, cada silencio, cada gesto, cada elemento.
Respetando cicatrices, abrazando esencia pura, permitiéndose la debilidad, el cuidado del otro, el mimo, la sutura… el ungüento que calma por dentro.

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