16 mayo 2013

Pensando en Adela



Risoterapia

A las 7 suena el despertador.
Media hora dedicada al deporte, otra media a la meditación.
Seguimos con un desayuno sano, equilibrado, biológico, macrobiótico, atómico y romano.

Hacer la compra no resulta fácil.
Saber qué comer, su procedencia, las materias primas, la salud física y emocional de las gallinas, el estrés de agricultor que se niega a los fertilizantes y pesticidas mientras comprueba cómo las nieblas matan (naturalmente, eso sí) sus hortalizas, conocer la ética política, social y económica de la multinacional que comercializa en grandes superficies todo lo que quieren que nos llevemos a la boca...

Son demasiadas las cosas que debo saber para no sentirme engañada, intoxicada y manipulada ???

Y me encuentro saboreando deliciosos cereales del otro lado del planeta, practicando ejercicios de espiritualidad budista y leyendo las etiquetas hasta perder la vista (que recupero tomando cada día un concentrado natural maravilloso que una amiga me recomendó después de leer un libro de medicina china).

El día se termina con una infusión de te blanco (¿cual si no?) y unas gotas (notas) de Bach mientras respiro concentrada en el primer chacra. El incienso se consume sobre la mesilla de noche.

Una idea me sorprende antes de dormir: Esto de estar sano, está empezando a ser algo enfermizo.

Las técnicas enseñadas por mi terapeuta para controlar el pensamiento negativo y transformarlo en algo de provecho no llegan a tiempo y me voy a los brazos de Morfeo con semejante sensación en la cabeza.

¡Que putada! Con el cuidado que había tenido todo el día.

15 mayo 2013

Segundo aniversario



15M


M de miércoles verdes, de médicos despedidos, de madres indignadas, de miseria en la basura pero también M de miradas diferentes, de movimiento ciudadano, de mujeres libres y de mares que se surcar en la búsqueda de un Mundo Mejor.

Somos Más y Mejores.

Somos multitud en movimiento, mareas que se mecen al ritmo de la música que suena mientras la metamorfosis se produce.

Muévete y mueve tu mundo. Cambiarás el mío.

07 mayo 2013

Poder




Hoy me pasa que no puedo con lo que no puedo.

La internacionalización, la multiplicación de la información, la sensación de ahogamiento global me hace mirar hacia otro lado.

Frustración, esa es la palabra que mejor expresa lo que siento cuando el cambio es tan ambicioso que resulta utópico (en el peor sentido de la expresión), imposible, inalcanzable para los mortales que compartimos un bloque de pisos medios, de clase media, con sueldos menos que medios y sobre los que intentan que caiga la responsabilidad única de la actual situación.

Y cuando algo me parece inalcanzable desde el lugar que ocupo, tiendo a creer que quedarme quieta es la única opción, que esto es lo que hay y que mi movimiento no generaría ni una brizna de aire.

Nos metieron en el saco de “vivir por encima de nuestras posibilidades” y ahora también quieren meternos en el de “soñar por encima de nuestras posibilidades”.

Pero sucede que después de la primera sacudida nada es igual.

Que una vez despiertos es absurdo seguir soñando lo imposible y que hemos descubierto el juego, cada vez más burdo y transparente, de los que tienen el poder.

Por eso hoy tampoco puedo con lo que no puedo... y miro hacia otro lado... pero en ese cambio de mirada, encuentro una visión distinta, un cambio cercano, propio, individual, posible y sobre todo, generador de un tornado que puede cambiar mi paisaje personal.

Quizá no pueda cambiar el sistema comercial mundial ni la realidad de Carrefour, Mercadona, etc... pero hoy comeré la verdura de temporada que mis vecinos producen en las huertas cercanas. 

Los cambios en mi salud, en la micro economía local, en la mies del valle en el que vivo... serán hoy y yo los veré y disfrutaré. Quizá no suene importante, seguro que no saldrá en los telediarios, pero será auténtico y real.

Se me ocurre que podríamos hacer lo mismo con la política. Quizá los cambios deban venir de lo sencillo, de lo inmediato, de lo cercano, de lo que realmente podemos y el juego del poder tenga que cambiar las reglas.

02 mayo 2013

Jueves que parecen lunes



Sabes esos días que no te llega la camisa al cuello?

Reconoces esa falta de aire, sin que el oxígeno inunde los rincones de tus callos y te callas?

Como si las pulsaciones se fueran ralentizando cada minuto del día y temieras que la noche llegara antes que tú al ocaso... ¿acaso lo sientes?

Pies fríos, manos torpes, espacio muerto y tormenta en la azotea.

Jueves que parecen lunes.