Los ciudadanos de Butan son consultados por su Gobierno cada dos años con una batería de 180 preguntas que tratan de averiguar el grado de felicidad de que disfrutan.
Todas ellas están incluidas en una de las nueve dimensiones en las que se agrupan:
Bienestar psicológico, uso del tiempo, vitalidad de la comunidad, cultura, salud, educación, diversidad medioambiental, nivel de vida y buen gobierno.
No tendrán el valor de preguntar nuestros políticos actuales en este país y en este momento.
También ellos tienen miedo.
Sobre todo ellos tienen miedo.
Nosotros...qué podemos perder?
Vivienda, educación y sanidad públicas de calidad, dignidad en los contratos de trabajo, confianza y respeto hacia nuestros dirigentes, todo eso ya está desapareciendo en mayor o menor grado. Sólo es cuestión de tiempo.
Está bien.
Comencemos de cero.
Y que escuchen las respuestas aunque silencien las preguntas.
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