Arquitectos
de lo propio y de lo ajeno.
Constructores
de lo público y lo privado.
No hay
burbuja que reviente el trabajo del peón en la elaboración de la conciencia
social...
Y sí, hoy
también nos queda la palabra, la necesitamos más que nunca.
Hoy y
siempre.
Y con
ella seremos los da Vinci de nuestro propio mundo, aquel que creamos, recreamos
y compartimos con el cincel del adjetivo, el compás gramatical y la palabra
como piedra, que por algo ambas empiezan por p.
Pintores,
poetas, picapedreros, parlanchines, puentes, páramos, palacios, pócimas, putas, piratas, pijamas...
y a la piltra
Felices
sueños.
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