Siempre
hay maneras diferentes de vivir, y resulta tan interesante descubrirlo un lunes
de Marzo cualquiera y en tu propia
cocina. De repente compartes mantel y tortilla con alguien que viaja por la
vida (literalmente) con todas sus pertenencias en una mochila. Las casualidades
(hay quien no cree más que en la causalidad) han hecho que en un momento
determinado él y mi familia confluyan en un tiempo y un espacio concreto.
Mi
experiencia en viajes es pequeña, y debe ser por eso que me parece un auténtico
regalo disfrutar de la conversación de alguien cuyo objetivo es precisamente el
viaje en sí mismo.
Comprobar
que se necesita realmente muy poco dinero para subsistir, constatar que el
planeta está lleno de personas buenas que están deseando demostrarlo, ver que
finalmente pocas diferencias importantes existen entre individuos procedentes
de culturas y religiones enfrentadas históricamente... cómo cambia el cuento cuando
bajamos de la cúspide de los que se erigen en narradores de la verdad para
colocarnos frente a otro ser y mirarle a los ojos para descubrir nuestros
mismos miedos e ilusiones.
¿Dónde
está el acierto a la hora de elegir viajar o quedarte?
Ya me
gustaría tener la respuesta, o quizá no. Hasta donde mi experiencia alcanza, no
puedo hacer otra cosa que quedarme con el aquí y el ahora, pero no a cualquier
precio. Aquí y ahora porque lo decido conscientemente, porque es donde siento
que tengo, debo y quiero estar.
Y creo
que el camino es ese, la búsqueda de nuestras propias ilusiones, fantasías, proyectos
y escuchar lo que nuestro yo más íntimo nos pide y tratar de darle gusto.
Sentir,
sobre todo sentir para disfrutar de la libertad de hacer la vida que nos
complace, y para eso, creo que poco tiene que ver el movimiento externo.
Una vez
tuve el lujo de disfrutar de una abuela que nunca salió de su pequeño pueblo.
Ha sido una de las mujeres más sabias que he conocido.
Otras
veces he descubierto grandes personas que han recorrido el mundo (algunos
continúan haciéndolo) buscando lo que sólo ellos saben.
Quizá
un día de estos cambie de opinión pero de momento me siento a gusto y en paz
compartiendo estas palabras contigo.
Y tú
¿dónde andas?
VIAJAR ES CONOCER, por cualquier medio... Hay gente que viaja sin apenas movieres, y hay gente que hace kilómetros sin que el viaje le deje huella. Un saludo.
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