Manos
de ceniza.
Lluvia
en los cristales antiguos que deforman la memoria de quienes se asoman a sus
ventanas.
Telas
de araña que bailan al compás del aire caliente que asciende desde la chimenea
donde troncos secados a lomos de las dunas de Oyambre, llegaron de ultramar
para despedirse dando todo el calor y la pasión de las historias vistas y
sentidas.
Manos
entrelazadas en la intimidad del bolsillo de él, que llenan de placer cada poro
de ella.
Recuerdos
y sueños, cosas que pasaron y otras que están por llegar.
Hay
días que por más que uno lo intente, la sensación de calor no llega a la piel.
Sin embargo la calidez de la conciencia de estar donde uno quiere, produce una
sonrisa interna que ayuda a superar el temporal.
El haya
del jardín sostiene el sueño, la esperanza de que la primavera llegará, del
mismo modo que los voluntarios de Ruta6 constatan que un mundo mejor es
posible.
Y
mientras llega ese tiempo donde salga el sol y los hombres y mujeres volvamos a
sentirnos orgullosos de lo que somos, nosotros seguiremos mirando tras los
cristales viejos, que deforman por imperfectos pero con honestidad, la que está
cayendo afuera.
PD:
Ruta6 es una ONG ubicada en Cabezón de la Sal donde
el trabajo voluntario mantiene, en una vieja casa, una alternativa de
comercio de segunda mano al tiempo que destina todo el dinero recaudado a
sufragar becas de estudio para niños y
niñas que viven en el orfanato de Bal Mandir (Nepal) Para más información becasdebalmandir.blogspot.com
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